LAS TERMAS DEL MEDITERRÁNEO
¿PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD?
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Desde
la Antigüedad, el aprovechamiento del agua termal para curar toda clase de
enfermedades y dolencias ha sido una constante; sin embargo, no fue hasta la
civilización romana, según se desprende de los hallazgos arqueológicos y
monumentos arquitectónicos, cuando se inició la explotación racional de estos
manantiales.
En el tercer milenio, las nuevas tecnologías de la información contribuyen
a divulgar sus efectos curativos, promoviendo un nuevo concepto del agua como
bien patrimonial de la Humanidad. En definitiva, la cultura del agua como fuente
de salud.
Nos
encontramos, pues, ante un fenómeno socio-cultural que rebasa los límites de
la historiografía, pero que todavía está por investigar en profundidad. Por
ello, a pesar de que somos conscientes de que debieron de haber existido un
número considerable de centros termales durante la Protohistoria y , más
concretamente, en el Imperio Romano, únicamente hemos podido localizar ocho
instalaciones, que se hallaban en pleno apogeo en tiempos de Adriano ( 74-138):
Hierápolis (Pamukkake), en Anatolia ; Hamman Meskkoutine (Argelia), en
Mauritania; Alhama (Granada) en Baetica; la Malahá (Granada) , en Baetica;
Caldes de Motbui (Barcelona) , en Tarraconense; Caldes de Malavella (Gerona), En
tarraconense; Fountaine de Vaucluse (Provenza), en Narbonensis, y Vals de Bains
(L´Ardéche) , en Lugdunensis.
Caldes de MontbuiCada uno de los citados manantiales, por sí solo, es
merecedor de un estudio, si bien hemos considerado, por su interés, presentar
con mayor detalle, uno de los manantiales termales de la mítica ciudad de
Hierápolis, coronando la blanca cumbre de Pamukkale, en el corazón de Asia
Menor (Anatolia), entre Capadocia y la costa del Mar Egeo (Turquía) , los
cuales, por sus singulares características geológicas, hidrológicas,
arqueológicas, arquitectónicas , paisajísticas , etc, y sobre todo por
tratarse de los más importantes hasta la fecha descubiertos en la Antigüedad
Clásica, condensan extraordinariamente bien este tipo de instalaciones
concebidas meticulosamente para la curación e higiene del cuerpo humano.
CULTURA Y PATRIMONIO
Pero antes, consideramos importante una introducción acerca de la
trascendencia y significación que tenían los baños en los mundos griego y
romano. Toda una cultura patrimonial al servicio de la salud.
Para el gran Galeno (129-199) tras los pasos del venerable Hipócrates
(469-399 a. de J.C.) no había nada más purificador que un baño en todos los
elementos de la naturaleza, combinando lo frío y lo caliente; y con ello, los
básicos factores del cosmos: tierra, agua, aire y fuego. Los masajes y
fricciones con jabones, perfumes, ungüentos y aceites, cada cual en su momento,
complementaban el efecto del agua y ayudaban a conseguir los efectos previstos.
Los antiguos griegos y romanos, muy amantes de la higiene y aficionados a los
masajes perfumados, acudían a la isla de Ischia buscando remedio para sus
males. El emperador Augusto (29 a. de J.C.) cambió la isla de Capri, de la cual
era propietario, por esta otra, más grande y fértil. Aún hoy, Lacco Ameno,
país del perfumista Ursione, sigue siendo el centro de la balneoterapia
volcánica, contando con once manantiales diferentes de aguas curativas que
poseen distintas propiedades biominerales. Precisamente esta acción
terapéutica de las aguas depende de su temperatura, presión, composición
química, radioactividad, flora bacteriana y gases disueltos.
Entre
los romanos la afición por los baños superó con creces a la de los griegos,
creando infinidad de termas, las más importantes durante los mandatos de Nerón
y Vespasiano. Además podemos admirar la grandiosidad de las termas de
Caracalla, capaces para 3.000 personas y las de Pompeya.
Las aguas minero-medicinales eran consideradas como una expresión de poder
sobrenatural de los dioses y sus termas, lugares de culto. Los dos grandes
santuarios como Epidauro y Delfos, además de sanatorios-lugares con propiedades
curativas dadas sus características- eran centros religiosos donde la curación
era una consecuencia de un actitud de fe y de esperanza, un pacto entre el
hombre y la naturaleza.
Fue Grecia quien, con sus teorías filosóficas y médicas convirtió el
hecho primario y universal de los simples baños en el mar, en el río, lago o
estanque-común en todas las culturas- en una compleja técnica que requería
hasta edificios especiales. Sin embargo, fue el papel de Roma y de su
ingeniería, quien ofreció a esas instalaciones una versión más completa y
definitiva, y legó con variantes a todas las culturas que se aproximaron y la
sustituyeron, desde árabes a turcos hasta rusos o finlandeses.
En España existen vestigios de muchos establecimientos balnearios. En
Ledesma (Salamanca ) se encuentran los cimientos de una antigua arca de la que
brota un abundante manantial y junto a él un pavimento de baños. En Alange
(Badajoz) podemos admirar dos grandes rotondas con sus baños y numerosas ruinas
de tiempos de los romanos. También en Sagunto (Valencia) están las ruinas de
unas magnificas termas romanas. Las Termas Romanas de Lugo, como instalación de
carácter público de la época romana, es uno de los más singulares dentro de
este tipo de obras públicas en la Hispania Antigua.
CASTILLO DE ALGODÓN
En
el interior de Turquía, a mitad de camino entre Capadocia (Anatolia) y las
turquesas aguas del Mar Egeo, se hayan las más espectaculares formas calcáreas
travertines (sedimento generalmente calcáreo, que dejan algunas aguas) del
mundo, resultando del constante brotar del agua del subsuelo en forma de
géiser.
PamukkaleAlrededor de este natural complejo geológico fue creciendo una
importante urbe conocida como Hierápolis, desde la colonización griega ,
aunque los restos arqueológicos más impresionantes son obra de los romanos.
Aquí, según dice la historia, fue martirizado San Felipe, el lugar, elevado a
modo de nido de águilas, actualmente se conoce como Pamukkale, que en turco
significa “ castillo de algodón”.
Nos hallamos, pues, ante el más grandioso decorado surrealista natural del
mundo. Desde lejos, se aprecia una serie escalonada de cataratas fosilizadas,
pero en constante ebullición, vivas y cristalinas. De cerca, en cambio, el
paisaje adquiere dimensiones de un fantástico jardín acuático suspendido
sobre 200 metros en el vacío, donde el agua transparente va vertiéndose de
estanque en estanque ocasionando inmensas carolas de roca calcárea similares a
exóticas flores de origen tropical, de una blancura azulada que marea y de una
inmarchitable belleza.
Los
manantiales calientes que brotan del interior de estos suelos calcáreos son el
origen de este prodigio y el motivo del asentamiento aquí de tantas
civilizaciones Si consideramos la historia de Pamukkale según los resultados de
las excavaciones de los arqueólogos austríacos y turcos que están trabajando
aquí desde más de una década, las primeras civilizaciones que se instalaron
en eta región fueron los hititas (siglo XII) a. de J.C.) ; después los
frígios (s. X a. de J.C.) e inmediatamente después los lidios. También los
persas alcanzaron la zona occidental de Anatolia, dominando la región durante
los siglos VII a. de J.C.
Hierápolis-nombre que tomo la ciudad a partir del siglo II a. de J.C. fue
creciendo alrededor de los manantiales durante la ocupación griega; pero fue en
la época romana, a partir del año 129 a. de J.C. , cuando las generosidades de
la naturaleza comenzaron a ser explotadas, como se pone de manifiesto a tenor de
los sorprendentes edificios termales que aún se conservan.
Las termas de Hierápolis son, sin duda alguna, las más importantes de la
civilización romana; incluso sobrepasan en tamaño a las que Agripa (63-12a de
J.C.) mando construir en Roma, y a las que Antonino Pio (86-161) en la ciudad de
Cartago.
EL MAR Y LAS TECNOLOGÍAS
Actualmente se está potenciando lo que se conoce como Talasoterapia, palabra
griega que significa “terapia del mar”. Muchos científicos apuestan por la
teoría de que la vida empezó en el mar ya que en la composición de las aguas
marinas se encuentran elementos como el oxígeno, hidrógeno, cloro, sílice,
nitrógeno, fósforo, yodo, etc. Este sistema terapéutico natural , que se
remonta a la Antigua Roma, abarca tres ámbitos : el agua del mar
(hidroterapia), el aire marino (aeroterapia) y la radiación solar
(helioterapia). Hoy, nadie pone en duda que el mar es una importantísima fuente
de salud para nuestro organismo
El número de curistas que acude a un centro de talasoterapia se ha
disparado, hasta el punto de que, en España, desde el año 1990 a 2000, la
concurrencia se ha visto incrementada en un 68 por ciento. El aumento de esta
clientela se debe por una parte a la mejora social del nivel de vida del país,
y por otra a que los establecimientos gozan de un mejor personal médico y
paramédico altamente cualificado en el marco de la formación continua, y que
los equipos de cabinas están dotados con aparatajes de última tecnología.
Si a través de la historia conocimos el significado del agua, hoy las
sociedades modernas que conocen su importancia y los efectos terapéuticos que
ofrece a la humanidad se esmeran en protegerla como un bien patrimonial. Y lo
hacen utilizando la red de las autopistas de la información (Internet) como
imagen no solo de modernidad sino de desafío. No en vano, Internet es un medio
que muta muy deprisa, al mismo ritmo que la tecnología informática.
Tener presencia en la Red es saber COMUNICAR y, eso, es una complicada labor
de la que empiezan a darse cuenta muchas empresas del sector
turístico-patrimonial.
MAS INFORMACIÓN:
www.bodrumpages.com/English/Hierapolis.html
www.bodrumpages.com/deutsch/Pamukkale.html
MAYTE SUÁREZ SANTOS.
Periodista científica especializada en
Medicina y Termalismo.
Miembro de la Sociedad Francesa de Termalismo y Talasoterapia para la Salud
Buco-Dental |
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